París, 6 nov (EFE).- El ministro del Interior de Francia, Gérald Darmanin, justificó este lunes su controvertido proyecto de ley de inmigración porque a su juicio hay que mostrar "dureza" para expulsar a los extranjeros delincuentes, pero también simplificar los procedimientos para tratar las demandas de asilo.
"La ley que presentamos se rige por dos principios: la dureza y la simplificación", dijo Darmanin en la apertura del debate en el Senado de este texto, después de haber sido endurecido en comisión por la mayoría conservadora en la cámara baja.
El ministro, representante del ala más derechista del Gobierno de Emmanuel Macron, puso el acento en su voluntad de luchar contra la inmigración irregular por motivos económicos y consideró "un drama" la lentitud con que la Justicia dicta las órdenes de expulsión a extranjeros, muchos de ellos por haber cometido delitos.
"No he podido expulsar a 4.000 personas que tenían que irse de nuestro país", lamentó Darmanin, quien achacó esa impotencia a la gran cantidad de recursos, hasta cuatro, que un inmigrante puede presentar para impedir la ejecución de esas órdenes, suspendidas hasta una decisión final que puede demorarse más de un año.
El ministro indicó que lo que se busca con el nuevo texto legislativo es "rapidez".
El proyecto de ley facilita la expulsión de extranjeros que representan "una amenaza grave contra el orden público", lo que incluye inmigrantes en situación irregular que sean condenados con penas de diez años de cárcel o de cinco en caso de reincidencia.
Darmanin apuntó que esa "dureza" también ha de dirigirse contra las redes de traficantes de inmigrantes y recordó el hundimiento de noviembre de 2021 de una embarcación frente a las costas de Calais, que causó la muerte de 27 migrantes que trataban de llegar de forma irregular a Inglaterra.
E igualmente contra los empresarios que contratan a trabajadores sin papeles siendo conscientes de su situación administrativa.
"Estoy a favor de cerrar una empresa que contrate conscientemente a un sin papeles. Es una cuestión de competencia desleal, pero también por las condiciones a las que se contrata a esa persona", indicó.
Su discurso de firmeza con las empresas que utilicen a trabajadores en situación irregular cobra una significación particular ante la cámara baja, donde tiene mayoría el partido de la derecha clásica, Los Republicanos (LR).
LR se ha manifestado en contra el artículo 3 del proyecto de ley, uno de los más controvertidos, que facilitará la regularización de sin papeles que lleven al menos tres años en Francia y ocho trabajando en un puesto en un sector con escasa oferta de mano de obra, como la hostelería, la construcción o los cuidados de las personas.
La primera ministra, Élisabeth Borne, trató de insistir en que el propósito de ese artículo no es favorecer el llamado "efecto llamada", sino "permitir la regularización a personas que están en nuestro territorio desde hace años, bien integradas".
Borne también se pronunció abiertamente contra la supresión con esta ley de la llamada Ayuda Médica del Estado (AME), que permite a los inmigrantes sin papeles que llevan más de tres meses en Francia recibir atención sanitaria.
Para la primera ministra, mantener la AME es una cuestión de "humanidad", pero también de "salud pública".
Con el argumento de evitar el llamado "turismo sanitario" mediante el fraude a la AME y desincentivar más todavía las entradas irregulares en Francia, Los Republicanos, mayoritario en el Senado, propone suprimir ese sistema y solo ofrecer una atención sanitaria en caso de urgencia.
El problema para el Gobierno es que no dispone de una mayoría parlamentaria suficiente para sacar adelante este proyecto de ley sin el apoyo de la derecha o de la izquierda.
Por eso Darmanin afirmó que está "abierto" a modificaciones de su texto, algo que ya hizo la derecha en el trabajo en comisión en la cámara alta.
El Ejecutivo, y en especial el ministro del Interior, al que se le atribuyen ambiciones presidenciales, se juega mucho con este proyecto de ley que en sus principales puntos cuenta con el apoyo de la opinión pública, de acuerdo con varias encuestas publicadas en los últimos días.
Por: EFE
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