El repunte de China y la solidez de la recuperación en EE.UU. respaldan la mejoría de las proyecciones económicas globales al 3,5 % este año y al 3,6 % en 2018, pero el auge de las «políticas aislacionistas» en las economías avanzadas ensombrece el futuro, aseguró hoy el Fondo Monetario Internacional (FMI).
«El impulso en la economía global ha estado creciendo desde la mitad del pasado año, lo que nos ha permitido reafirmar nuestros pronósticos de mayor crecimiento este año y el próximo», indicó hoy Maurice Obstfeld, economista jefe del FMI al presentar el informe de «Perspectivas Económicas Globales».
Estos datos suponen una aceleración tras el crecimiento del 3,1 % de 2016 y se sustentan en la mejoría de los pronósticos de China a 6,6 % este año y 6,2 % el próximo, una y dos décimas de alza sobre lo calculado en enero, respectivamente.
A ello contribuye la consolidación de la recuperación en EE.UU. con una estimación del 2,3 % para 2017 y 2,5 % para 2018, alentada por la expansión fiscal prometida por el presidente Donald Trump.
«La actividad económica mundial está repuntando y, por su parte, la inversión, la manufactura y el comercio internacional están experimentando una recuperación cíclica largamente esperada», señaló el documento, presentado al inicio de la reunión de primavera del FMI y el Banco Mundial que se celebra esta semana en Washington.
En este sentido, el informe subraya la recuperación en Japón, con un crecimiento estimado del 1,2 % para 2017, cuatro décimas más de lo calculado en enero; el regreso al crecimiento positivo de Rusia, con una expansión del 1,4 % para 2017 y 2018, y la solidez de India, que seguirá a la cabeza del crecimiento global con tasas superiores al 7 %.
No obstante, el organismo dirigido por Christine Lagarde advirtió que «las políticas aislacionistas ponen el peligro la integración económica y el orden económico de cooperación mundial» y conllevan «el riesgo destacable de un giro hacia el proteccionismo que haga estallar una guerra comercial».
El FMI insiste así en sus alertas sobre los efectos negativos de este tipo de propuestas, especialmente ante su auge en economías avanzadas como Estados Unidos y el Reino Unido, inmerso en el proceso de salida de la Unión Europea (UE) y con menor impacto del esperado en el corto plazo con unas proyecciones del 2 % este año y 1,5 % el próximo.
Obstfeld señaló que para «evitar el daño de potenciales medidas proteccionistas se requerirá un compromiso multilateral renovado para apoyar el comercio, emparejado con iniciativas nacionales que ayuden a los trabajadores afectados adversamente por un conjunto de transformaciones económicas estructurales».
Esta es la primera reunión del FMI y el BM en la que participará el nuevo Gobierno estadounidense de Donald Trump, quien ha hecho del nacionalismo económico y el proteccionismo comercial dos prioridades de su agenda, y lo que supone un giro radical frente a libre comercio defendido tradicionalmente por la primera economía mundial.
Será la puesta de largo en el escenario económico internacional del secretario del Tesoro de EE.UU., Steven Mnuchin, en un momento en el que Washington aboga por una revisión de los acuerdos comerciales internacionales y expresa abiertamente sus recelos de los foros multilaterales.
Durante la semana se congregarán en la capital estadounidense los líderes económicos de los 189 países miembros del Fondo, para discutir los desafíos globales con especial énfasis en el comercio y la creciente desigualdad de ingresos en los países avanzados.
Obstfeld remarcó que «el comercio ha sido un impresionante motor de crecimiento», especialmente en las economías en desarrollo, aunque reconoció que «sus beneficios no han sido distribuidos de manera equitativa en el seno de los países».
Efe por/Alfonso Fernández