El Directorio Ejecutivo del Banco Mundial (BM) aprobó hoy tres nuevos proyectos para Argentina por un valor de 265 millones de dólares enfocados en ampliar el acceso a energías renovables para poblaciones rurales aisladas y proteger áreas naturales vulnerables.
«Con estos proyectos buscamos cerrar la brecha en acceso a servicios entre pobladores de áreas rurales y urbanas», afirmó Jesko Hentschel, director del organismo para Argentina, Paraguay y Uruguay, en un comunicado.
Hentschel destacó que «brindando electricidad a pueblos remotos, protegiendo el bosque nativo que es fuente de ingreso para comunidades criollas e indígenas, y conservando la biodiversidad en el Gran Chaco, contribuimos a promover mejores condiciones de vida para el 40 por ciento más pobre de los argentinos».
Los fondos respaldarán el programa «Proyecto Energías Renovables para Mercados Rurales» (PERMER), que en una primera etapa llevó energías alternativas a 150.000 personas en 15 provincias del país.
En su segundo tramo, la expansión del plan permitirá llegar a 725.000 personas con la instalación de paneles solares, mini-redes y sistemas eólicos, a los que se sumarán termo tanques y cocinas solares en escuelas e instituciones públicas dispersas.
En este sentido, Mariana Matranga, secretaria de Energía de Argentina, aseguró que «este programa constituye una exitosa herramienta de inclusión social en poblaciones ubicadas en lugares aislados o distantes de las redes de transporte y distribución de electricidad, donde las reglas del mercado suelen dictar la conveniencia de conectarlas o no a la red eléctrica».
Por otro lado, se financiará el proyecto «Bosques nativos y comunidad» destinado a la puesta en práctica de planes de manejo forestal sustentable y el desarrollo de proyectos productivos que beneficiarán a 150.000 pequeños productores y sus familias, en su mayoría indígenas, que viven en Chaco, Santiago del Estero, Salta, Jujuy y Misiones.
De acuerdo al organismo internacional, la deforestación en Argentina se concentra principalmente en la ecorregión del Gran Chaco, de donde proviene el 90 por ciento de los productos de origen maderero (como carbón, leña y tanino).
De hecho, entre 2006 y 2011 se desmontaron más de 1,5 millones de hectáreas de bosques nativos, debido a la expansión de la frontera agropecuaria y la explotación ilegal.
Por último, el crédito apoyará el plan «Corredores Rurales y Biodiversidad» con el objetivo de promover un manejo integral de casi 1 millón de hectáreas ubicadas en el Gran Chaco, en la estepa patagónica y en áreas marino-costeras. EFE