El arte de Latinoamérica se reúne en La Feria Internacional de Arte de Bogotá (Artbo), que inauguró hoy su décima edición con una mirada al futuro y renueva su imagen con la frescura de artistas emergentes y nuevas propuestas.
La edición de este año sorprende al visitante con una muestra que ocupa el espacio principal de «Proyectos», en el que los galeristas muestran cómo el arte y el diseño se dan la mano en una selección cuyo curador es José Ignacio Roca.
Entre las obras que puede ver el espectador destaca la «Pintura in-situ», del colombiano Jaime Franco, que explora figuras arquitectónicas a través de referencias históricas.
Otras propuestas que llaman la atención del visitante son las del Atelier Van Lieshout, que se sirven de elementos como las históricas venus paleolíticas para construir lámparas o de formas antropomorfas para crear mobiliario.
Una de las galerías que se han trasladado hasta Bogotá para tomar parte de Artbo es la madrileña «Moisés Pérez de Albéniz», que ocupa también el espacio principal de «Proyectos» con varias propuestas de la artista española Laura Aláez, una de las más reputadas de su país.
El director de la galería, Jordi Rigol, dijo que esta feria, la primera en la que participa en América Latina, es «muy importante para conocer el continente no solo por nivel artístico, sino por los coleccionistas».
En este sentido subrayó que lo más destacado de la feria con respecto a otras en las que ha estado presente son las «presentaciones que son muy claras con muy buenos proyectos» así como «la frescura que le hace destacar porque hay bastante artistas emergentes».
En total, 66 galerías de 30 ciudades del mundo, la mayoría latinoamericanas, muestran a sus artistas en un Artbo a la que acudieron diferentes autoridades como la ministra de Cultura, Mariana Garcés; la presidenta de la Cámara de Comercio de Bogotá (entidad organizadora), Mónica de Greiff, y la primera dama de Colombia, María Clemencia Rodríguez, para su inauguración.
Junto a ellas estuvo la directora de Artbo, María Paz Gaviria, quien señaló que esta feria se ha convertido en esta década «en un catalizador en la internacionalización del arte colombiano» y ha conseguido situar a Bogotá como una capital cultural del continente.
Gaviria consideró que la feria también ha conseguido que en estos diez años se genere un «proceso de internacionalización tanto en las galerías visitantes, como en el público colombiano que ha reaccionado al arte internacional».
Asimismo, entiende que Artbo ha propiciado la llegada de un público internacional a Colombia para conocer y «ver qué está pasando en la escena artística» del país.
Precisamente el «boom» que vive el arte colombiano le ha proyectado a nivel mundial y en la edición de 2015 de la Feria de Arte Contemporáneo de Madrid (ARCO) el país suramericano será el invitado especial.
Artbo «ha sido uno de los ejes» de esta nueva presencia del arte colombiano, en opinión de Jairo Valenzuela, director de la galería Valenzuela Klenner, una de las presentes en esta edición y que lleva trabajando 25 años en este campo.
Para Valenzuela, el conflicto armado que vive el país desde hace más de 50 años ha marcado gravemente el arte colombiano porque «ha generado que los artistas hayan vivido mucho tiempo en situaciones extremas, dolorosas y fuertes», lo que se expresa en su obra y le confiere una particularidad especial.
«Creo que ha dado para tener una obra que es bastante fuerte. Aquí no prima lo formal, sino el concepto», concluyó.
Esa dureza del arte se expresa en las obras que se han trasladado hasta Artbo 2014 y que muestran la crudeza que expresan algunos artistas.
La feria, que estará abierta hasta el próximo lunes, también ofrecerá a los visitantes la oportunidad de recorrer los espacios «Referentes», que exhibirá obras elaboradas entre las décadas del 40 y 70 del siglo pasado; «Artecámara» y «Foro Articularte», en el que seis artistas desarrollarán talleres con la participación del público. EFE