El Año Nuevo chino no solo son petardos y dragones. La gastronomía china toma un cariz especial en esta época festiva y se entremezcla con las tradiciones y los juegos de palabras para generar una serie de platos típicos que marcarán una vez más la entrada en el Año del Cerdo.
Aunque siempre es aventurado hablar de «comida china» en un país en el que la gastronomía presenta grandes diferencias regionales, lo cierto es que en estos días de reunión familiar hay varios platos milenarios que, por su significado y connotaciones culturales, no pueden faltar en las mesas.
El plato estrella en las comidas familiares es el pescado, popular también en el resto del año pero que en estas fechas tiene un matiz importante: su pronunciación, ‘yu’, es similar a la de «abundancia».
La homofonía también determina el tipo de pez que se consume: entre los más preferidos destaca el carpín, ya que su nombre incluye la sílaba ‘ji’, que suena parecida a la palabra «buena suerte».
Al comerlo, se debe dejar la cabeza y la cola en referencia a un refrán popular, y la testa del pez debe apuntar hacia los comensales más mayores en señal de respeto.
Varios de los platos tradicionales del Año Nuevo chino tratan de atraer la prosperidad: la col china suena a «riqueza ilimitada», y por eso muchos de los ‘jiaozi’ -populares empanadillas cocidas, fritas o al vapor- se rellenan con ella.
De hecho, dicen que quien más de estas delicias coma durante la cena de la ‘Nochevieja’ china, más dinero ganará en el año entrante. Buena excusa para hartarse.
El primero de los caracteres de ‘jiaozi’ significa «cruzar», algo que alude al cambio de año, por lo que quienes los comen dejan el pasado atrás y se entregan a lo venidero.
En algunas partes del país hacen algo parecido a lo que se hace en España con el roscón de Reyes: quien se encuentre la empanadilla que contiene una moneda se hará rico al año siguiente.
Y, como no podía ser de otra manera, para dar comienzo al Año del Cerdo, el ‘hong shao rou’ -panceta de cerdo estofada-, uno de los platos favoritos de Mao Zedong, será otra de las especialidades que reinará en las mesas. También tiene su significado, ya que recuerda a un dicho que viene a decir «prosperar tanto como el fuego rojo».
Lo dulce también tiene protagonismo: los ‘yuanxiao’ o ‘tangyuan’ son bolitas de arroz glutinoso que conmemoran la unión familiar, y las mandarinas y los pomelos, al comerse juntos, atraen la buena suerte.
Efe visitó una de las sedes de la tradicional pastelería Daoxiangcun, que tiene más de 600 establecimientos por toda China, donde su encargada, Wu Guohua, explicó que los dulces se llaman en China «pequeños buenos deseos», por lo que regalarlos anticipa un año mejor.
En estas épocas festivas venden unos 25.000 yuanes (3.710 dólares, 3.240 euros) al día, aunque la facturación en tienda física ya solo representa el 60 % del total.
Entre los tres dulces más vendidos figuran, como era de esperar, uno con forma de cerdito (‘jinzhu’), otro que conmemora las antiguas monedas chinas (‘yuanbao’) y otro que, sencillamente, significa «torta de la buena suerte» (‘jixiang bing’).
Pero ni siquiera una tradición como esta es capaz de resistir al paso del tiempo: si hace unas pocas décadas cenar fuera la última noche del Año Lunar era una excentricidad, hoy en día hay que reservar con meses de antelación para conseguir una mesa en un buen restaurante de Pekín o Shanghái.
El gerente del restaurante de pato más antiguo de la capital china, Bianyifang -fundado en 1416-, Lu Hongbin, reveló a Efe que durante el Año Nuevo chino tienen «de 5 a 6 veces más trabajo» que en otras épocas: «Apenas hay mesas libres ya. Hace medio año ya había gente llamando para reservar, y hace 15 días ya teníamos casi todas las salas llenas».
Incluso un lugar histórico y conocido por todos los pequineses sabe que su producto estrella ha de compartir protagonismo con otras comidas típicas de temporada, y ofrece menús especiales por entre 120 y 230 yuanes (18 y 34 dólares, 16 y 30 euros) por persona aunque, eso sí, incluye pato.
Sus vecinos de mesa serán otras especialidades que no están en los menús del resto del año: «Los ‘yuanxiao’ y los ‘jiaozi’ no pueden faltar», apunta Lu.
Este Año Nuevo también estará marcado por avances tecnológicos, como demuestra un informe publicado esta semana por Tmall, uno de los principales portales de comercio electrónico, que reveló que ya ha vendido hasta 800.000 platos precocinados, con especial protagonismo de los menús para entre 8 y 10 comensales.
EFE