El Ejército Nacional de Colombia frustró un posible atentado en la tarde del 12 de noviembre de 2024, tras desactivar un artefacto explosivo colocado en la carretera Cúcuta-Tibú, a la altura de Agua Sal en el departamento de Norte de Santander. El artefacto, que intentaba simular una caneca de basura, fue colocado por miembros del Ejército de Liberación Nacional (ELN) con el objetivo de atacar a las tropas que se desplazaban por esa vía en horas de la mañana para realizar operaciones de control y seguridad.
Según el Ejército, la rápida reacción de las unidades especializadas permitió desactivar el explosivo antes de que pudiera causar víctimas. Las autoridades señalaron que, gracias a un aviso oportuno, la zona fue cerrada mientras se realizaban las labores de desactivación, lo que evitó poner en riesgo a los transeúntes y a los soldados en servicio. La operación incluyó una detonación controlada que duró casi 20 segundos, sin causar daños ni para los militares ni para la comunidad local.
Las autoridades informaron que el artefacto fue colocado a un costado de la vía y se esperaba que fuera activado por los integrantes del ELN. Esta acción terrorista estaba dirigida específicamente a las unidades militares que operan en la región, que han sido blanco frecuente de ataques por parte de este grupo armado, que mantiene su presencia en la zona, particularmente en el Frente Juan Fernando Porras Martínez del ELN.
En un comunicado de la Segunda División del Ejército, se destacó que la rápida intervención de las fuerzas militares «frustró una acción terrorista con artefactos explosivos» en la ruta Cúcuta-Tibú, lo que refleja la constante amenaza que representa el ELN en la región del noreste de Colombia. La periodista Olga Lucía Cotamo también reportó sobre el cierre de la vía, indicando que se había bloqueado el paso por los sectores El Empalme y Agua La Sal para proteger a los ciudadanos y evitar posibles víctimas de un ataque terrorista.
Esta no es la primera vez que el ELN ataca en la región. Entre septiembre y noviembre de 2024, se han reportado varios incidentes violentos contra unidades del Ejército Nacional, incluidos disparos de francotiradores y otras acciones directas, que han resultado en la muerte de al menos 15 miembros de la fuerza pública este año. Además, en la mañana del 12 de noviembre, el ELN también llevó a cabo un ataque a la estación de policía de Otaré, en el municipio de Ocaña, aunque no hubo víctimas fatales en este caso.
La situación en Norte de Santander sigue siendo tensa, con un alto número de ataques y amenazas contra las fuerzas de seguridad. En este contexto, las autoridades siguen adelante con las investigaciones para dar con los responsables de estos hechos violentos y mantener la seguridad en la región.
Este incidente pone de manifiesto el constante riesgo que enfrentan las fuerzas de seguridad en regiones como Norte de Santander, donde los grupos armados ilegales, como el ELN, continúan llevando a cabo actividades terroristas. Las autoridades siguen comprometidas con garantizar la seguridad de la población y de los miembros del Ejército Nacional, a pesar de la creciente violencia en la zona.
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