En una exitosa operación realizada en el corregimiento de San Sebastián de Palmitas, en las afueras de Medellín, el Ejército Nacional, en conjunto con la Policía, incautó 10 fusiles que iban a ser entregados a miembros de las Autodefensas Gaitanistas de Colombia (AGC), también conocidos como el ‘Clan del Golfo’. Los fusiles, que se encontraban en dos vehículos, fueron interceptados mientras circulaban por la vía nacional que conecta Medellín con el Urabá antioqueño.
Según el informe del brigadier general Jorge Ricardo Hernández Vargas, comandante de la Cuarta Brigada, los vehículos fueron localizados por unidades motorizadas que realizaban labores de vigilancia en la zona. Al detectar la presencia de los militares, los ocupantes de los vehículos abandonaron rápidamente los automotores y huyeron, dejando atrás dos tulas sospechosas. Durante la revisión de los paquetes, se encontraron los 10 fusiles, que fueron asegurados por las autoridades.
Entre los fusiles hallados, se encontraban cuatro armas R4 calibre 5.56, las cuales tienen la capacidad de disparar en modo automático y semiautomático, con una cadencia de fuego de hasta 850 disparos por minuto y un alcance efectivo de hasta 400 metros. Además, se encontraron seis fusiles R1 calibre 7.62 mm, armas de alto poder, comúnmente utilizadas en enfrentamientos urbanos debido a su maniobrabilidad y resistencia. Este tipo de armamento es ampliamente utilizado por grupos terroristas y delincuenciales debido a su fácil adquisición en el mercado ilegal.
De acuerdo con la inteligencia militar, los fusiles incautados iban a ser entregados a Jobanis de Jesús Ávila Villadiego, alias ‘Chiquito Malo’, líder principal del ‘Clan del Golfo’, y a Wilmar Albeiro Mejía Úsuga, alias ‘Richard’, cabecilla de la subestructura Edwin Román Velásquez Valle, responsable de coordinar atentados y homicidios en la región del Urabá. Estos fusiles, cuyo valor total supera los 250 millones de pesos, son fundamentales para las operaciones criminales de estas estructuras armadas ilegales.
Este golpe al crimen organizado es una muestra más de los esfuerzos del Ejército Nacional para debilitar las capacidades del ‘Clan del Golfo’ y otros grupos armados ilegales en la región. La incautación de estos fusiles, junto con otras acciones de inteligencia y operativos militares, busca reducir el poder de fuego de estos grupos y proteger a las comunidades del Urabá, una zona frecuentemente afectada por el accionar de estos grupos armados ilegales.
El Ejército Nacional sigue comprometido con la seguridad de los ciudadanos y continúa trabajando para desarticular las estructuras criminales en todo el país.
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