El vicepresidente de EE.UU., Mike Pence, subrayó tras aterrizar en Seúl la «provocación» que supone el último ensayo de misiles realizado por Corea del Norte, una acción que ha incrementado aún más la tensión que se vive en la península coreana.
Pence aterrizó junto a su mujer y sus dos hijas en la base aérea de Osan (al sur de Seúl) para dar inicio a un viaje de tres días a Corea del Sur que tiene como objetivo principal tratar la crisis abierta con el régimen de Pyongyang y sus continuas pruebas de armas de destrucción masiva.
Poco antes de que el Air Force Two tocara tierra, Corea del Norte trató de lanzar sin éxito desde la localidad de Sinpo (este del país) un misil balístico que aparentemente estalló poco después de ser disparado.
«La provocación de esta mañana del Norte es simplemente el último recordatorio de los riesgos que encara cada uno de ustedes cada día», dijo Pence ante un grupo de militares estadounidenses durante una cena celebrada con motivo del Domingo de Pascua en la céntrica base militar de Yongsan, en la capital surcoreana.
El número dos de la Administración Trump se reunirá mañana con el presidente surcoreano en funciones, Hwang Kyo-ahn, y con el presidente de la Asamblea Nacional (Parlamento), Chung Sye-kyun.
Se espera que Pence y Hwang analicen maneras de presionar a Pyongyang para que abandone su programa nuclear y de misiles a través de una mayor presión diplomática y también de sanciones aún más endurecidas.
En ese sentido, Estados Unidos trabaja con sus aliados internacionales y con el Gobierno chino para «elaborar una gama de opciones» que estén listas si el régimen de Corea del Norte «continúa su patrón desestabilizador y provocador».
Así lo dijo hoy el asesor de Seguridad Nacional del presidente Donald Trump, H.R. McMaster, en declaraciones a la cadena estadounidense ABC desde Kabul (Afganistán), adonde llegó hoy para tratar la situación de ese país en materia de seguridad.
«Creo que hay un consenso internacional ahora, incluida China, en que esta situación simplemente no puede continuar», afirmó McMaster sobre la tensión con Corea del Norte.
«El presidente (Trump) ha dejado claro que no aceptará que Estados Unidos y sus aliados y socios en la región estén bajo la amenaza de este régimen hostil con armas nucleares», agregó.
Sobre el lanzamiento fallido ayer de un misil norcoreano, comentó que «encaja en el patrón de comportamiento provocador, desestabilizador y amenazante del régimen de Corea del Norte».
«No está claro qué haremos y no queremos telegrafiar de ninguna manera cómo responderemos a ciertos incidentes, pero está claro que el presidente (Trump) está determinado a no permitir este tipo de capacidad de amenazar a Estados Unidos», indicó.
«Nuestro presidente tomará la acción que sea mejor en el interés del pueblo estadounidense», añadió.
Trump escribió hoy su habitual serie de mensajes en Twitter pero en ninguno se refirió directamente al lanzamiento fallido norcoreano, que ayer anunciaron portavoces del ministerio de Defensa de Corea del Sur y confirmó el Pentágono.
Lo que sí hizo es justificar el no haber declarado a China manipulador de moneda, como prometió en su campaña, por su ayuda con «el problema norcoreano».
«¿Por qué llamaría yo a China manipulador de moneda cuando están trabajando con nosotros en el problema norcoreano? ¡Veremos lo que pasa!», escribió en Twitter. EFE
Why would I call China a currency manipulator when they are working with us on the North Korean problem? We will see what happens!
— Donald J. Trump (@realDonaldTrump) 16 de abril de 2017