La crisis de orden público en Colombia se ha agudizado en varios puntos del país, particularmente en los departamentos de Caquetá, Antioquia y Cauca, donde las confrontaciones entre grupos armados y la fuerza pública están dejando un saldo preocupante para la población civil. En las últimas semanas, se ha intensificado la violencia en estos territorios, con una serie de enfrentamientos que han generado alarmas entre las autoridades y la ciudadanía.
Uno de los focos de conflicto más recientes se ha registrado en el corregimiento de El Plateado, Cauca, donde las disidencias de las Farc, bajo la estructura de Carlos Patiño de Iván Mordisco, han desatado una serie de ataques violentos. Estas disidencias han colocado artefactos explosivos en zonas estratégicas como vías, casas y centros comunitarios para presionar la salida de las Fuerzas Militares (FF.MM.) de la región.
El Ejército ha respondido con la operación Perseo, una estrategia que busca recuperar el control territorial en áreas tomadas por estos grupos armados. Recientemente, las Fuerzas Militares informaron de uno de los golpes más significativos en los últimos años contra las disidencias de Iván Mordisco, con la neutralización de nueve miembros de este grupo, incluyendo una mujer. Durante el operativo también se logró el rescate de un menor de edad que había sido reclutado forzosamente para realizar actividades criminales.
El comandante de las fuerzas en Caquetá reportó que, en el marco de este operativo, se incautó un importante arsenal que incluía armas de fuego, municiones y material de extorsión, como un talonario con registros de pagos forzados a la población civil. Las autoridades continúan con las investigaciones mientras buscan a los responsables de estos ataques y a otros integrantes del grupo armado.
Paralelamente, la situación en Antioquia sigue siendo crítica. El gobernador Andrés Julián Rendón ha solicitado mayor presencia del Ejército en el Norte, Nordeste y Bajo Cauca antioqueño, zonas que se han convertido en el epicentro de enfrentamientos entre el Clan del Golfo y las disidencias de las Farc y el Eln. Estos grupos criminales han intensificado sus actividades en la región, generando un clima de inseguridad para los habitantes de los municipios afectados.
En el municipio de Remedios, por ejemplo, la presencia del Clan del Golfo ha reactivado los conflictos con las disidencias de las Farc, lo que resultó en un enfrentamiento reciente que dejó más de 13 muertos. La disputa por el control del territorio, especialmente en áreas mineras, sigue siendo el principal motor de los enfrentamientos.
Los últimos informes de las autoridades indican que el conflicto en el sur de Bolívar también ha resurgido debido a la alianza entre el Eln y las disidencias de las Farc, quienes han unido fuerzas para frenar la incursión del Clan del Golfo, que busca tomar el control de la minería ilegal en la región.
Con la situación cada vez más tensa, las autoridades siguen desplegando operativos militares en los puntos más conflictivos, mientras se espera que los diálogos de paz puedan ofrecer una solución a largo plazo para reducir la violencia y restaurar el orden en estas zonas críticas de Colombia.
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