Foto cortesía

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Faisal y Asmae se conocieron en Australia a través de un sitio de citas para musulmanes, ocho meses después estaban casados. Pero la duda caló en el hombre cuando empezó a notar las reales intenciones de su esposa.

Ella quería y buscaba aparte de dinero la residencia en aquél país.

Faisal decidió consultar a un abogado para iniciar los trámites de divorcio y consultas con las migraciones; Asmae se enteró de lo que estaba ocurriendo y decidió llevar a cabo un plan para denunciarlo por violencia de género.

La mujer entonces urdió un plan; y un día al regresar Faisal del trabajo encontró su casa desordenada, con muebles y objetos volcados y vidrios rotos. «Entré y ella me dijo ‘crees que eres más listo que yo, ya sé que estás hablando con abogados. Ahora verás lo que hago. Y ella simplemente corrió'», señaló Faisal al programa A Current Affair.

Después de esto, Asmaese metió al ascensor para comenzar a golpearse a si misma en la cara y en algunas partes del cuerpo, después se fue corriendo descalza a la policía y lo denunció.

«Faisal me agarró del cuello con las manos y apretó tanto que no podía respirar más. Me pegó en la cara y me golpeó con su cinturón en todo el cuerpo. Fue muy violento, pensé que iba a morir», expresó Asmae ante la policía, con las marcas de agresión que se había hecho.

Tras levantar el reporte, horas después Faisal fue detenido y acusado de maltrato, pero con lo que no contaba Asmae, era con la cámara de seguridad que estaba dentro del ascensor que había grabado cada una de las acciones que hizo dentro del mismo.

Faisal denunció a Asmae y pidió al gobierno que le quite la residencia y la expulsen de Marruecos.

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Redacción Minuto30

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