De la anorexia, a ser luchadora de artes marciales mixtas

Chrystall antes y después/ Tomada de Instagram

Esta es la historia de Chrystall, una luchadora aficionada a las artes marciales mixtas, que ahora, tiene toda la esperanza para convertirse en una profesional, como cuenta CNN.

Sin embargo, la esperanza y la pasión no siempre estuvieron presentes en la vida de esta chica escocesa, pues la comida, se había convertido en su peor enemigo.

Cuando se despertaba, ponía a hervir agua y luego, la ponía sobre mitad de una galleta, un cereal de trigo triturado… Después de ocho horas, volvía a comer lo mismo por segunda y última vez en el día, y eso era, cuando estaba «de buen ánimo».

«Había veces en las que no comía ni bebía nada en todo el día», recordó Chrystall al portal citado.

El panorama anterior, fue la vida de la muchacha durante su adolescencia, mientras sus seres queridos observaban cómo la anorexia destruía su salud.

Ahora, la joven tiene 25 años, está en forma y saludable, pero en el pasado, su cuerpo llegó a pesar solo 30 kilos.

«Caí en la lucha por accidente», reveló. «Tomé una clase mientras iba a la universidad y sentí que esto era para mí».

A pesar de que reconoce que su batalla contra la mencionada enfermedad no termine, el entrenamiento de lucha se convirtió en su terapia saludable.

«Ahora me enfoco en ser fuerte, estar en forma y saludable, en lugar de parecer un esqueleto», dijo la chica. «Todavía tengo estos pensamientos, pero en un lugar donde puedo lógicamente luchar contra ellos».

Ella misma ha compartido su cambio a través de Instagram, y ahora, esto se ha hecho viral, como afirma CNN.

La fotografía de «antes» fue tomada hace siete años, en donde muestra a Chrystall en extrema delgadez, con los huesos entallados por la piel y los ojos grandotes y hundidos.

Durante estos días, la chica caía en el hospital, y de manera urgente, los especialistas le suministraban alimento, forzando un tubo desde la nariz hasta el estómago.

Dicha situación ocurrió siete veces… Por tanto, los doctores prepararon a los familiares de Chrystall para lo peor.

«A los 18 a mí y a mi madre nos dijeron que yo era una causa perdida», redactó junto a esa foto. «La había tenido tanto tiempo y estaba tan avanzada, que probablemente sería siempre una anoréxica crónica. En ese momento me contentaba con cualquier cosa, no tenía ganas de mejorar. Pero sé que a las niñas a las que se les ha dicho lo mismo tratan de hacer hasta lo imposible. En ningún momento la recuperación es irrealizable. Es posible y es maravillosa».

«De repente me dije: ‘No puedo hacerme esto a mí o a mi familia’. Fue un proceso muy lento con muchos altibajos. Nunca quise mejorar. Hay toda una mezcla de circunstancias mentales físicas y emocionales envueltas en esto. De por sí comer no te va a mejorar. Esto es muy difícil de entender para quien no lo ha sufrido», reveló la chica.

Ahora, está totalmente sana y peleando diariamente. La segunda imagen de la publicación, muestra a Chrystall saludable.

«Hice que mucha gente me enviara fotos y donaciones», contó, como cita CNN. «Esto es todo un poco loco, pero se trata de la conciencia sobre la enfermedad. ¡Entre más conciencia, mejor!».