Desde las 6 de la mañana de este lunes, 21 de octubre, cerca de 400 personas salieron a bloquear la vía Medellín-Bogotá, a la altura del kilómetro 4, en el sentido occidente-oriente, argumentando que desde la Alcaldía de Bello, en gobiernos pasados, no les cumplieron con algunas peticiones mínimas, para garantizar la calidad de vida de los habitantes.
Minuto30 conversó con Liliana Cuadros, la presidenta de la Junta de Acción Comunal Manantiales, quien explicó que la manifestación de este lunes es una lucha que lleva 29 años la vereda Granizal, donde según ella, no hay ni vías en buen estado, ni colegios, y ni siquiera tendrían alumbrado público.
La petición principal, más allá de esas problemáticas anteriormente mencionadas, es que no tienen agua potable en las canillas de las casas. Las familias han tenido que rebuscársela a punta de acueductos artesanales que traen el agua de un nacimiento natural, pero que es agua que transporta hasta eses fecales, por lo que ha generado infecciones en la población durante años.
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Por eso, Cuadros aseguró que esta vez la comunidad está decidida, y que hay más de 400 personas manifestándose en representación de los cerca de 30.000 habitantes que hay en la vereda, y que irán hasta el final. La presidenta solicitó la presencia del Gobierno Nacional, pero asegura que no cree que ellos lleguen. También pidió que la Gobernación de Antioquia haga presencia y, a su vez, la Alcaldía de Bello.
La situación es tan insostenible para los habitantes que están decididos a protestar los días que sea necesario. Hoy, las protestas se realizan por tramos de media hora. Luego dejan pasar vehículos y vuelven y cierran. Si la administración municipal no llega a negociar, los bloqueos podrían llegar a ser permanentes.
También tienen planeado realizar el cierre total de la Medellín-Bogotá, hasta que no encuentren una solución definitiva, pues han ganado en los estrados judiciales varios conflictos con alcaldías pasadas, pero estas solo llevaban bidones de agua a algunas cuadras. Allí, adultos mayores y niños tenían que llenar canecas y llevarlas al hombro hasta sus casas.