La Universidad de Antioquia sigue enfrentando serias dificultades debido a las protestas estudiantiles que, aunque ya no impiden el acceso por completo, siguen restringiendo el paso total a la Sede de Investigación.
Esta situación está poniendo en riesgo algunas de las actividades más importantes de la universidad, que incluyen procesos vitales como trasplantes de órgano y atención a pacientes con enfermedades renales.
Recientemente, la situación escaló cuando se impidió el ingreso de dos riñones aptos para trasplante, un hecho que fue calificado como criminal por el alcalde de Medellín, Federico Gutiérrez, quien exigió la intervención de la Fuerza Pública.
“No puede ser que vándalos escondidos detrás de capuchas sigan generando terror, escudándose en una malinterpretada autonomía universitaria”, manifestó Gutiérrez, quien aseguró que los responsables no pueden estar por encima de la ley.
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El gobernador de Antioquia, Andrés Julián Rendón, también expresó su rechazo ante estos actos, que afectan tanto a la comunidad académica como a los ciudadanos en general.
A pesar de estas tensiones, los manifestantes piden una mesa de diálogo con las autoridades, especialmente para discutir temas presupuestales.
Por el momento, se mantiene programada una reunión para el próximo 27 de noviembre, en un intento por abrir canales de comunicación y resolver el conflicto.
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