Washington, 15 abr (EFE).- El Gobierno del presidente de Estados Unidos, Joe Biden, anunció este viernes que volverá a alquilar terrenos públicos a compañías privadas para la extracción de petróleo y gas natural, aunque tendrán que pagar precios más altos.
El anuncio se produce en un momento en el que los precios de la energía están disparados debido a la invasión rusa de Ucrania y la consecuente imposición de sanciones por parte de Washington y otras potencias occidentales.
El Departamento de Interior, que gestiona esos terrenos federales públicos, dijo en un comunicado que la próxima semana pondrá en alquiler una superficie de 145.000 acres (unas 58.700 hectáreas) repartida en 9 de los 50 estados de EE.UU.
Las empresas que quieran alquilarlos tendrán que pagar al Gobierno federal un impuesto equivalente al 18,75 % de sus ganancias, lo que supone una considerable subida con respecto al 12,5 % que estaba establecido hasta ahora.
Estos nuevos alquileres serán los primeros que ofrece Biden desde que tomó posesión en enero de 2021.
Ese mismo mes, el mandatario firmó una batería de órdenes ejecutivas para combatir la crisis climática, entre las que se incluyó la suspensión de nuevos alquileres para extraer petróleo y gas en terrenos federales.
La decisión de este viernes de Biden rompe con una de sus promesas electorales de 2020, cuando se comprometió a acabar con el arriendo de tierras públicas para la extracción de energía y a reducir los gases de efecto invernadero.
Los principales grupos ecologistas de EE.UU., como Sierra Club, se oponen al uso del «fracking» o fractura hidráulica porque es una técnica de extracción que necesita de una gran cantidad de químicos, por lo que existe el riesgo de que se contamine la tierra y el agua donde se aplica.