La faceta sexual de una pareja es uno de los pilares para fortalecer una relación sana, de eso parten muchas prácticas que son de consentimiento y en las que se logran puntos de placer que logran afianzar los gustos en la cama.
Entre las tendencias que toman la delantera contamos el llamado “beso blanco”.
Esta práctica consiste en hacer sexo oral a un hombre y una vez que haya eyaculado, guardar el semen en la boca, para después pasárselo con un beso.
Esta técnica se realiza sin protección alguna, es decir, no se usa el condón con el fin de que el semen caiga íntegro en la boca para luego besar al eyaculador e introducir el semen en la boca, lo que lo hace ser considerado dentro de las prácticas sexuales de riesgo precisamente por el contacto de este fluido corporal con la mucosa bucal, lo que podría contagiar infecciones de transmisión sexual.
SEXUALIDAD: Este es el promedio de las relaciones sexuales que deberías tener según tu edad
Todo esto implica intercambiar fluidos corporales sin ninguna barrera, bajo los mismos riesgos de tener sexo oral sin protección, lo que lleva principalmente a estar expuestos a contraer el virus de inmunodeficiencia humana (VIH/sida), sífilis, gonorrea, hepatitis (A, B y C), virus del papiloma humano (VPH) o herpes genital, en caso de que la pareja esté infectada con alguno de estos padecimientos.
Para ejecutar esta práctica te recomendamos, por tu seguridad, estos tips:
Importante – Hacerlo con tu pareja, no por sexo ocasional.
Tip – Si al calor del momento es imposible evadir el semen en la boca, hay que escupirlo de inmediato y lavar la boca con agua y enguaje bucal para minimizar el contacto con la membrana bucal.
Dato G – Dar un beso blanco, al que también se conoce como snowballing, o bola de nieve, es una decisión mutua.