En Bello hay amor por el Quitasol

El Cerro Quitasol es un elemento referente del norte del Valle de Aburrá, principalmente del municipio de Bello.

Desde múltiples puntos de la ciudad se puede apreciar su imponencia. Distintos tonos de verde son un lienzo para el espectador. En su interior, diversos caminos ecológicos y rutas ancestrales recuerdan la historia que alberga y cómo desde otras regiones del departamento se usaban estas rutas para llegar a la capital.

La Alcaldía de Bello, consciente de la importancia que este lugar tiene para la biodiversidad y el ecosistema, además de ser una de los sitios característicos, emprende con la comunidad una campaña denominada “Amor por el Quitasol”, para realizar una sensibilizar a la ciudadanía sobre su importancia como patrimonio ambiental, incentivando el sentido de corresponsabilidad.

Mediante vallas, avisos de prensa, spots televisivos, cuñas radiales y redes sociales, se exploran las bondades de este importante cerro, vital en el sistema ecológico de la región, fuente de vida y un pulmón verde que se debe cuidar.

El Cerro Quitasol, con una altura de 2.800 msnm, según cifras recolectadas tiene una extensión de algo más de 5.300 hectáreas, y abarca una jurisdicción en otros municipios como San Pedro de los Milagros, pero en Bello alberga un 56% de la reserva forestal.

La problemática a la que se enfrenta el Cerro

Más allá del cuidado que se debe tener a esta zona por su riqueza natural, desde el municipio de Bello se han venido implementando acciones para su conservación y que van encaminadas a la protección frente a amenazas externas como los incendios y el loteo ilegal.

El Cerro Quitasol ha sido víctima frecuentemente de manos criminales que han provocado graves incendios forestales que han alterado el equilibrio de su ecosistema y su valor paisajístico.

Varios factores entran en juego: por un lado, está la acción pirómana en las partes altas de la montaña, elemento que desestabiliza la naturaleza propia de la zona, y por el otro, en las zonas más bajas, con el objetivo de ganar terrenos para ampliar la infraestructura urbanística del municipio de Bello.

Por causas antópicas (humanas) la deforestación ha sido el principal problema que han tenido que enfrentar las autoridades, motivo por el cual la Secretaría de Seguridad y Seguridad de Bello, en conjunto con la Policía Nacional y el Ejército Nacional, hace constantes inspecciones en el cerro frenando las construcciones ilegales.

El loteo y la construcción no planificada han llevado a la degradación del suelo, afectando negativamente la flora y fauna del lugar. Esto también ha provocado la pérdida de biodiversidad y alteraciones en los ciclos naturales del agua y la tierra.

La construcción sin planeación adecuada y sin estudios geotécnicos incrementa el riesgo de deslizamientos, poniendo en peligro las vidas de las personas que habitan en estas áreas y generando posibles desastres naturales.

De otra parte, las áreas loteadas ilegalmente carecen de infraestructura básica como acueducto, alcantarillado, energía eléctrica y vías de acceso adecuadas. Esto no solo genera condiciones de vida precarias para quienes compran estos terrenos, sino que también sobrecarga los servicios públicos existentes.

Las acciones irregulares propician, además, el deterioro del patrimonio cultural. El Cerro Quitasol tiene un valor cultural significativo para la región y la expansión descontrolada y el loteo ilegal ponen en riesgo la preservación de sitios arqueológicos, así como la identidad y el patrimonio de la comunidad local.

Con “Amor por el Quitasol”, la administración que lidera Lorena González Ospina tiene claro que es compromiso de todos los bellanitas cuidar y preservar este referente natural, frenando los ecocidios que allí se presentan.

La Alcaldía insta a la comunidad a apropiarse de su territorio y a hacerle frente a la problemática que a diario enfrenta el Cerro Quitasol. El llamado oportuno a las autoridades cuando observen acciones ilegales y a no comprar lotes en el sector son el primer paso para contrarrestar este flagelo que afecta el cerro tutelar más importante del Valle de Aburrá.