Resumen: Un usuario de redes sociales denunció la experiencia de un grupo de consumidores que, en un restaurante de El Poblado, se vieron obligados a pagar un total de $621.000 por una cena que incluía una arepa gratinada valorada en $160.000, una Coca-Cola en $45.000 y un shot de Baileys por $80.000.
Un restaurante en El Poblado está en el ojo del huracán por sus precios que parecen de otro planeta, es especialmente los de la arepa gratinada
Un usuario en redes sociales denunció que pagó $621.000 por una cena que incluía una arepa gratinada de $160.000, una Coca-Cola de $45.000 y un shot de Baileys de $80.000.
Las redes están que arden con comentarios de todo tipo.
Algunos se indignan y cuestionan la ética del restaurante, mientras que otros se preguntan por qué los clientes no revisaron los precios antes de pedir.
Lo cierto es que este caso nos recuerda que como consumidores tenemos derecho a saber cuánto vamos a pagar antes de pedir.
Así que ya saben, ¡ojo con los precios antes de echarle mano a la carta!
Y si les pasa algo similar, no duden en denunciarlo.
Lo que sí se sabe es que este hecho ha generado diversas reacciones en redes sociales, desde indignación por parte de los consumidores hasta cuestionamientos sobre las prácticas comerciales del restaurante.
La publicación ha alcanzado viralidad, lo que ha llevado a un debate sobre la transparencia en la información de precios y la protección de los derechos del consumidor.
A fin de evitar situaciones similares, recomiendan a los consumidores:
- Revisar cuidadosamente los precios antes de realizar sus pedidos.
- Solicitar información clara sobre los precios de los productos que se desean consumir.
- Exigir la entrega de una factura detallada al finalizar la compra.
- Denunciar ante las autoridades pertinentes cualquier situación de cobro excesivo o engañoso.
Lea también: Así quedó la Plazuela San Ignacio de Medellín tras una jornada de limpieza
Más noticias de Medellín.
Comunicadora Social de la Universidad Católica de Oriente con énfasis en el desarrollo humano, apasionada por la radio, las letras y el periodismo judicial