Este domingo, 29 de diciembre de 2024, un trágico accidente aéreo en el suroeste de Corea del Sur dejó al menos 179 muertos, según el último informe oficial. Un avión de la aerolínea Jeju Air, que viajaba desde Bangkok (Tailandia), sufrió un fatal siniestro durante una maniobra de aterrizaje en el Aeropuerto Internacional de Muan, ubicado a unos 290 kilómetros al suroeste de Seúl.
El Boeing 737-800, con 181 personas a bordo, se estrelló contra un muro exterior después de que la tripulación informara de una colisión con una bandada de pájaros, lo que dañó el tren de aterrizaje y dejó al avión incapaz de aterrizar con seguridad. La aeronave tocó tierra de forma brusca sobre su panza a las 09:03 hora local, y luego se salió de la pista, impactando contra el muro en una bola de fuego que fue extinguida 43 minutos después por los bomberos.
A bordo viajaban 175 pasajeros y seis miembros de la tripulación, con edades comprendidas entre los 3 y los 78 años. La mayoría de las víctimas se encontraban en la parte trasera del avión. Solo dos personas, ambas miembros de la tripulación, lograron sobrevivir al catastrófico impacto. Las autoridades informaron que los dos supervivientes están siendo atendidos en un hospital en Mokpo. Aunque sus vidas no corren peligro, uno de ellos ha sufrido fracturas en la columna vertebral, lo que podría llevar a la parálisis, según los médicos.
El Ministerio de Transportes de Corea del Sur ha comenzado una investigación preliminar. La tripulación reportó la colisión con una bandada de pájaros minutos antes del accidente, lo que habría provocado daños significativos en el aparato. Sin embargo, no se descartan otras teorías, como un posible fallo mecánico. La caja negra del avión será clave para esclarecer las causas del desastre.
El presidente interino de Corea del Sur, Choi Sang Mok, ha prometido todo el apoyo del gobierno a las familias de las víctimas. Además, se ha declarado un periodo de luto nacional de siete días, que comenzó el domingo y finalizará el próximo sábado. En honor a las víctimas, las autoridades locales han dispuesto altares conmemorativos en diversas ciudades, incluido Seúl.
Kim E Bae, el CEO de Jeju Air, también se pronunció públicamente, expresando sus condolencias a las familias afectadas y asumiendo la responsabilidad por lo ocurrido. Sin embargo, destacó que el avión había pasado por un mantenimiento regular y no presentaba fallas previas al incidente.
Un equipo de unos 80 bomberos continúa con las labores de rescate en la zona del siniestro, a pesar de las dificultades para identificar a todas las víctimas debido al grado de destrucción del avión. La recuperación de los restos será un proceso largo, según los funcionarios de bomberos.
Este accidente se convierte en uno de los peores desastres aéreos en la historia de Corea del Sur. El más grave en décadas, tras el desastre ocurrido en 1997 con un vuelo de Korean Airlines que costó la vida a 229 personas. Además, se produce en un momento políticamente turbulento para el país, tras la reciente destitución del expresidente Yoon Suk Yeol y el proceso político aún en curso.
Este trágico accidente deja un saldo devastador para Corea del Sur, que estará de luto durante la próxima semana mientras las investigaciones continúan para esclarecer las causas de la tragedia.
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