Vista general de Ave María, un pueblo de Florida entregado en cuerpo y alma a la fe católica, donde no se venden anticonceptivos ni pornografía. EFE
Vista general de Ave María, un pueblo de Florida entregado en cuerpo y alma a la fe católica, donde no se venden anticonceptivos ni pornografía. EFE

Vista general de Ave María, un pueblo de Florida entregado en cuerpo y alma a la fe católica, donde no se venden anticonceptivos ni pornografía. EFE

Vista general de Ave María, un pueblo de Florida entregado en cuerpo y alma a la fe católica, donde no se venden anticonceptivos ni pornografía. EFE

Además de ser el creador de la cadena de pizzerías Domino’s, el magnate Tom Monaghan es el fundador de Ave María, un pueblo de Florida entregado en cuerpo y alma a la fe católica, donde no se venden anticonceptivos ni pornografía.

Ave María fue fundado en 2007 en un lugar del condado Collier, a 180 kilómetros al oeste de Miami, en torno a la Universidad del mismo nombre y hoy cuenta con 27.000 habitantes, de los cuales 1.100 estudian en ese centro, según dice Jeff Fox, director del museo Madre Teresa de Calcuta de la localidad.

«El señor Monaghan es el fundador del pueblo de Ave María. Él creció en un orfanato en el estado de Michigan, tiempo después cuando estableció su carrera como fundador de Domino’s Pizza, hizo mucho dinero y decidió regresar a su origen religioso», agrega.

Monaghan, de 80 años, vendió su emporio pizzero en los años 90 y se puso a idear un centro que sirviera como faro espiritual.

Interior del Museo Madre Teresa de Calcuta, ubicado en Ave María, un pueblo de Florida entregado en cuerpo y alma a la fe católica, donde no se venden anticonceptivos ni pornografía. EFE

Interior del Museo Madre Teresa de Calcuta, ubicado en Ave María, un pueblo de Florida entregado en cuerpo y alma a la fe católica, donde no se venden anticonceptivos ni pornografía. EFE

El resultado fue la Universidad Ave María, que tras un comienzo en Michigan, se trasladó al oeste de Florida, en el condado Collier.

Allí, en una extensión de terreno prácticamente desolado localizado al este de la ciudad de Naples, Monaghan no solo fundó la universidad sino un pueblo todavía en desarrollo, en el que los nombres de calles, tiendas y edificios denotan catolicismo puro.

Los bulevares Juan Pablo II y Ave María son dos de las arterias principales de una localidad con calles dedicadas a Ávila, Asis y Roma, nombres con evidentes connotaciones religiosas.

La localidad está dominada por la Iglesia Ave María, en cuyo interior se levanta un crucifijo de 20 metros de altura y cuya fachada muestra una representación de la Anunciación de la Virgen hecha con 120 toneladas de mármol proveniente de la misma cantera italiana que el genial Miguel Ángel utilizó para sus obras.

En consonancia con el fundamento religioso de la población, en la gaceta de la iglesia hay una lista de asociaciones e instituciones contrarias al aborto y que brindan asesoría a mujeres embarazadas.

Vista interior de la Iglesia Ave María en la localidad homónima de Ave María, un pueblo de Florida entregado en cuerpo y alma a la fe católica, donde no se venden anticonceptivos ni pornografía. EFE

Vista interior de la Iglesia Ave María en la localidad homónima de Ave María, un pueblo de Florida entregado en cuerpo y alma a la fe católica, donde no se venden anticonceptivos ni pornografía. EFE

En la farmacia del supermercado del pueblo la empleada avisa a la periodista que va a comprar un remedio para la gastritis que si desea condones o anticonceptivos deberá hacerlo en otro lugar.

Además de la iglesia, Ave María tiene otro elemento central, la universidad, que, bajo la inspiración de los santos Juan Pablo II y Teresa de Calcuta, ofrece más de 30 carreras, incluyendo Estudios Católicos o Teología, además de programas en el extranjero.

Desde hace siete años el presidente de la Universidad Ave María es James Towey, en cuya biografía destacan, además de sus méritos académicos, el haber sido asistente del presidente George W. Bush y consejero legal de la madre Teresa de Calcuta, y el haber logrado más de 40 millones de dólares en fondos para el centro.

Los estudiantes de Ave María desarrollan labores caritativas a través de un programa coordinado con el Museo Madre Teresa de Calcuta.

«Existe la teología y espiritualidad, eso es muy importante pero lo que la Madre Teresa decía es que realmente hay que ponerlo en acción», manifestó Fox, un católico de origen alemán que defiende que no es necesario «ser misionero» para hacer labores de este tipo.

Una de las comunidades más pobres de Estados Unidos, Immokalee, está a sólo 14 kilómetros al norte de Ave María y es allí donde los universitarios desarrollan la virtud de la caridad.

«No se trata de sólo leer acerca de la pobreza, sino (de ejercer) un compromiso para ayudar en la pobreza», señaló el directivo del museo.

La institución local dedicada a Teresa de Calcuta, canonizada en 2016, alberga piezas ligadas a la misionera de origen albanés, como una cápsula con una muestra de su cabello o una pañoleta remendada, así como una estatua en su honor, fotos, libros y láminas informativas.

En contra de lo que afirman grupos liberales, Jeff Fox afirma que en Ave María existe aceptación y respeto por personas que comulgan con otras religiones.

Pero resalta, sin embargo, que el deseo de su fundador, Monaghan, es que la universidad y el pueblo promuevan los valores católicos como así se hace.

Erika Arriaga. EFE

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