A pesar de que en los últimos días han aparecido iniciativas para derogar la Jurisdicción Especial para la Paz, JEP, la Corte Penal Internacional reconoció la labor de este tribunal de paz, que completó cuatro años de trabajo tras la firma del Acuerdo de Paz.
«La JEP está enfocada en entender los procesos que se llevarán a cabo en un país pionero en el diseño de un sistema que incluyó toda una gama de mecanismos, utilizados para lidiar con el legado de violaciones a los derechos humanos y lograr que haya rendición de cuentas, justicia y reconciliación», planteó James Stewart, vicefiscal de la CPI.
En ese contexto, la jueza de la CPI, Luz Ibáñez Carranza planteó que ambas jurisdicciones apuntan a sancionar y prevenir atrocidades masivas, lo que considera es una tarea noble, pero sumamente ardua.
Ibáñez agregó que “es falsa la presunta dicotomía entre justicia y paz. La una no está divorciada de la otra. Es más, la justicia es base y pilar fundamental para una paz estable y duradera».
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Por su parte, Stewart agregó que cuando se crea la JEP las autoridades desarrollan un sistema de rendición de cuentas que puede lidiar con ese gran universo de crímenes. Esta es la forma en que una nueva jurisdicción sanciona conductas que de otro modo podrían ser competencia de la CPI.
Por su parte, la JEP señaló que los 7 macrocasos que investiga se caracterizan por tres principios: 1) Priorizan graves violaciones a los derechos humanos y al Derecho Internacional Humanitario. 2) Involucran máximos responsables y determinantes de tales violaciones y 3) Enfatizan en patrones y no tanto en casos individuales.