En medio de una demanda colectiva que involucra a medio centenar de pacientes, AstraZeneca ha confesado que su vacuna contra el covid-19 podría desencadenar un «efecto secundario raro» relacionado con la trombosis.
La revelación surgió durante el proceso legal en curso, donde la compañía farmacéutica admitió la posibilidad de que su vacuna tenga un papel en la aparición de trombosis con trombocitopenia.
Un síndrome que provoca la formación de coágulos sanguíneos y una disminución de plaquetas.
La admisión de AstraZeneca podría sentar las bases para un acuerdo de compensación que alcanzaría hasta 125 millones de dólares para los demandantes, según diferentes fuentes.
Inicialmente, la empresa había rechazado los reclamos, pero en un documento legal presentado ante el Tribunal Superior, reconoció la asociación entre su vacuna y este efecto secundario.
Este reconocimiento se produjo en respuesta a la demanda de Jamie Scott, quien sufrió una lesión cerebral irreversible después de recibir la vacuna en abril de 2021.
La familia de Scott alega daño moral y busca responsabilizar a la compañía por las consecuencias devastadoras.
Aunque AstraZeneca había negado previamente cualquier responsabilidad en el caso de Scott, su reciente admisión destaca la posibilidad de que su vacuna pueda desencadenar casos raros de trombosis.
La causalidad específica sigue siendo tema de debate y análisis experto.
El estudio publicado en la revista científica The Lancet en julio de 2021 respalda la existencia de estos casos raros de trombosis con trombocitopenia, aunque señala que la causalidad exacta sigue sin estar totalmente definida.
AstraZeneca continúa enfrentando el escrutinio público y legal mientras se busca comprender mejor los riesgos asociados con su vacuna contra el covid-19.
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