La Paz, 3 ene (EFE).- Un tribunal de Bolivia resolvió este miércoles aplazar la audiencia donde se iban a dar los alegatos finales y leer la sentencia del emblemático caso por la muerte de la concejala aimara Juana Quispe, víctima de acoso y violencia política, tras casi doce años del suceso.
En la mañana se instaló la audiencia conclusiva en el Tribunal Cuarto de Sentencia en la ciudad de La Paz y aunque era pública, la presidenta del juzgado, Inés Tola, ordenó que los medios presentes se retirarán del lugar.
La audiencia avanzó un par de horas y luego se suspendió por la ausencia de la defensa de uno de los principales acusados, el exalcalde del municipio de Ancoraimes, Félix Huanca.
"Félix Huanca fue a la audiencia sin defensa jurídica, es decir sin sus tres abogados, ninguno asistió, le dieron la oportunidad que llame a sus abogados, pero no hubo respuesta", comentó a EFE la abogada de la familia de la concejala, Valkhiria Lira.
Los acusados son Huanca y los exconcejales Pastor Cutili y Basilia Ramos, también Exalta Arismendi, una amiga de la concejala, todos investigados por el asesinato de Quispe.
Ante esta situación la jueza encargada determinó que se convoque un abogado de oficio para que defienda al exalcalde y el mismo pidió unos 10 días para estudiar el caso, contó Lira.
La presidenta del tribunal suspendió la audiencia hasta el jueves en la mañana para que se presenten los últimos alegatos y si es que no hay "otros contratiempos" leer finalmente la sentencia del caso tras más de 11 años de la muerte de la concejala.
Esperan sentencia
"Hemos esperado tanto tiempo la familia, los abogados y el grupo de activistas que apoyan a la familia de Juana, hemos esperado tanto que la postergación molesta, sabemos que no es una responsabilidad ni de la Fiscalía ni del tribunal, sino uno de los encausados", sostuvo Lira.
Agregó que "confían" en que no haya más dilaciones y que mañana se logre leer la sentencia y escuchar la decisión del tribunal.
Quispe era concejala del municipio Ancoraimes en La Paz y denunció que no le dejaban ejercer su cargo luego de ganar las elecciones subnacionales de 2010.
La mujer, una reconocida líder de Ancoraimes, obtuvo su puesto con un partido diferente al oficialista Movimiento al Socialismo (MAS), el partido del entonces alcalde Félix Huanca.
La concejala denunció varias veces que era víctima del acoso y violencia impulsados por el mismo Huanca y sus allegados, quienes en una ocasión la amenazaron con palos y la arrastraron por una plaza enfrente de su hijo.
Quispe había ganado una acción judicial para que le permitan trabajar, pero Huanca y otros exconcejales la incumplieron y ella les demandó penalmente por "desobediencia a órdenes de amparo", lo que provocó que empiece a recibir amenazas de muerte.
El 12 de marzo de 2012, dos días antes de la audiencia conclusiva por la demanda penal, la mujer llegó a La Paz para asistir a una movilización en la que también iba a estar presente Huanca, luego se fueron a almorzar y no se supo más de la concejala.
Al día siguiente su cuerpo fue encontrado cerca de un río en La Paz con señales de estrangulamiento.
Su caso es emblemático en el país, ya que tras su muerte se impulsó la ley 243 que sanciona los hechos de acoso y violencia política en el país.
Por: EFE