Durante el 31 de octubre desfilaron por las calles de Medellín y del Valle de Aburrá cientos de personas disfrazadas, bien sea adultos o niños.
Uno en particular cobró relevancia en las redes y fue la de un menor al que disfrazaron como vendedor de aguacate.
En redes sociales afirman que este fue un gran homenaje a los vendedores informales de la ciudad.