Los afganos salieron este sábado a las calles para celebrar el primer día de reducción de la violencia por parte de los talibanes, una jornada en la que los ataques disminuyeron de forma «significativa» según las autoridades, aunque tuvieron lugar algunos choques.
El periodo, que comenzó a medianoche y durará siete días, es visto como un paso crítico antes de la firma de un acuerdo entre los insurgentes y Estados Unidos el próximo sábado.
Pero junto a la esperanza de que el acuerdo tenga éxito, y dé paso a las esperadas negociaciones de paz intraafganas, el día estuvo marcado por el nombramiento de varios gobernadores por el segundo candidato más votado en las elecciones presidenciales, Abdullah Abdullah, quien calificó de «robo» los resultados de los comicios anunciados esta semana.
REDUCCIÓN SIGNIFICATIVA DE LOS ATAQUES
«En las primeras doce horas de la reducción de la violencia, ha habido una disminución significativa en los ataques, y solo unos pocos de menor importancia han sido llevados a cabo», dijo el ministro de Defensa afgano, Asadullah Khalid, en un mensaje enviado a los medios de comunicación.
Khalid afirmó que el Gobierno está investigando si los talibanes «no recibieron el mensaje o la orden de reducir los enfrentamientos», antes de añadir que el Gobierno está preocupado por que algunos elementos «intenten perturbar la fase de reducción de la violencia».
El comandante de la coalición internacional en Afganistán, el teniente general Austin Scott Miller, dijo por su parte que todas las operaciones ofensivas han sido puestas en pausa.
«En este punto, nuestras operaciones son solo defensivas», afirmó Miller.
El portavoz del gobernador de la provincia suroriental de Paktia, Abdullah Hasrat, afirmó a Efe que pocas horas después de la medianoche un grupo de combatientes talibanes atacaron un puesto de las fuerzas de seguridad.
«Puede que esto muestre diferencias entre los talibanes. Hay algunos combatientes talibanes que pueden no haber dado su acuerdo al proceso de reducción de la violencia», dijo Hasrat.
Pero más allá del incidente, el propio portavoz señaló que «cientos de ciudadanos, especialmente gente joven, se reunieron en el centro (de Paktia) mientras bailaron y marcharon en las calles durante horas, contentos por la reducción de la violencia».
La imagen se repitió en otras provincias de la nación asiática.
Un portavoz del Movimiento Popular para la Paz afgano (PPM, en inglés), Bismillah Watandost, explicó a Efe que miles de activistas y ciudadanos de a pie celebraron en varias provincias la primera jornada de reducción de la violencia, que comenzó esta medianoche.
«Nuestros miembros y ciudadanos dieron la bienvenida a la reducción en la violencia y pidieron a las partes en la guerra que mantengan su compromiso», dijo Watandost.
Según el portavoz, los talibanes y el Gobierno deberían anunciar un alto el fuego permanente lo más pronto posible para acabar con dos décadas de un conflicto que se ha cobrado miles de vidas.
ANTESALA A UN ACUERDO ENTRE TALIBANES Y EE.UU.
Esta semana de reducción de la violencia es vista por Washington y el Gobierno afgano como una antesala a la firma de un acuerdo entre la formación insurgente y Washington, tras más de un año de negociaciones en Catar.
Ambas partes anunciaron ayer que la firma de dicho acuerdo tendrá lugar el próximo sábado, aunque el secretario de Estado estadounidense, Mike Pompeo, ha dejado claro que dependerá de cómo transcurra la tregua parcial.
Se espera que este acuerdo, que incluye la salida escalonada de las tropas estadounidenses de Afganistán, permita el comienzo de un proceso de paz entre los talibanes y el Gobierno afgano.
CRISIS POLÍTICA
El anuncio esta semana de los resultados de las elecciones presidenciales del pasado septiembre, lastradas por los errores técnicos y las acusaciones de fraude, ha generado sin embargo una crisis política en Afganistán que podría afectar al proceso de paz.
El actual presidente afgano, Ashraf Ghani, fue declarado ganador de los comicios, calificados de «robo» por Abdullah Abdullah, jefe del Ejecutivo y segundo candidato más votado.
El equipo de Abdullah, que ha rechazado los resultados y ha prometido que formará su propio Gobierno, fue hoy un paso más allá y anunció el nombramiento de sus propios gobernadores en varias provincias.
«Hemos introducido e instalado nuevos gobernadores en varias provincias y este proceso continuará en otras provincias también», dijo a Efe un portavoz del equipo de Abdullah, Murtaza Eshraqi.
La UNAMA mostró, en un comunicado, su «extrema preocupación» por «los eventos en curso para reemplazar a funcionarios del Gobierno».
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