Yakarta, 17 ene (EFE).- Un megacomplejo industrial de níquel y varias minas en Indonesia de este codiciado mineral usado en los vehículos eléctricos, vulneran los derechos medioambientales y de las comunidades locales, según un informe publicado este miércoles por la ONG Climate Rights International.
Titulado 'Níquel desenterrado: Los costes humano y climático de la industria indonesia del níquel', el informe centra su crítica en el complejo industrial Weda Bay y las minas cercanas en la isla de Halmahera, en la región de las Molucas del archipiélago indonesio, el mayor productor de níquel del mundo.
"La transición de vehículos propulsados por gasolina a eléctricos es una parte esencial de la transición global de los combustibles fósiles a la energía renovable, pero la importante industria minera no debe perpetuar las mismas prácticas abusivas y ambientalmente dañinas de las industrias extractivas durante décadas", dijo en un comunicado Krista Shennum, investigador de la ONG.
Climate Rigths International pidió responsabilidad a las autoridades y a las empresas implicadas, incluidos inversores chinos como Tsingshan, Huayou y Zhenshi y fabricantes que se nutren de níquel indonesio como los estadounidenses Tesla y Ford y el alemán Wolkswagen.
La ONG acusó a las empresas del complejo industrial y las minas, con ayuda de fuerzas policiales y militares, de apropiarse de tierras ancestrales de las comunidades locales mediante coacción e intimidación, lo que supone "potenciales amenazas graves y existenciales" a su modo de vida.
También denunció el grave daño medioambiental, incluidas la deforestación, la contaminación de ríos y la emisión de CO2 de las plantas de carbón usadas para procesar el mineral.
En lugar de usar energía solar o eólica, Weda Bay ha construido cinco plantas de carbón para procesar el níquel desde 2018 y planea tener un total de doce, que se alimentarán con más carbón anual del que usan España y Brasil, según la ONG.
El informe de 124 páginas también recoge los testimonios de miembros de las comunidades locales que denuncian que la actividad industrial ha provocado la pérdida de tierras ancestrales sin compensación, la contaminación del agua y la pérdida de pesca en la zona.
Indonesia cuenta con el 21 por ciento de los 100 millones de metros cúbicos de níquel estimados en el mundo, principalmente en las islas Halmahera y Célebes, y en 2022 suministró el 48,8 por ciento de este mineral mundialmente.
Las autoridades prohibieron en 2020 la exportación de níquel en un intento de desarrollar la producción local de baterías y dos años más tarde la Organización Mundial del Comercio, ante una denuncia de la Unión Europea, afirmó que esta medida vulnera el artículo XI del Acuerdo de Aranceles y Comercio del organismo.
Sin embargo, la prohibición sigue vigente hasta hoy día y el Gobierno indonesio está cortejando a fabricantes como la surcoreana Hyundai y la china BYD para producir vehículos eléctricos con partes suministradas localmente.
Por: EFE