Redacción Deportes (EE.UU.), 23 feb (EFE).- Los Angeles Clippers evitaron este viernes una segunda derrota consecutiva tras el parón del All-Star al recuperarse después del descanso en un buen partido de los Memphis Grizzlies (95-101), con Kawhi Leonard inspirando al equipo en ambos lados de la cancha y firmando al cierre 24 puntos y 8 rebotes.
Junto a él, destacó un Terance Mann que alcanzó su mayor anotación de la temporada con 23 puntos y completó un doble-doble con 12 rebotes.
Los Grizzlies lograron competir pese a las numerosas ausencias y contaron una noche más con Jaren Jackson Jr. como principal referente gracias a sus 29 puntos.
El español Santi Aldama disputó 24 minutos como titular anotando 7 tantos y capturando 6 rebotes.
Los Grizzlies más colectivos para despegar
Fueron precisamente ellos dos quienes permitieron un buen inicio de Memphis con su protagonismo, poniéndose al mando. Pero la contundencia de los Clippers se hizo notar rápidamente con demasiados frentes que defender y siempre alguna estrella habilitada para anotar. Así Leonard logró hacer 8 puntos ‘sin despeinarse’ abusando de su tiro de dos.
Pese a ello, quien marcaba la temperatura del ataque visitante era un Mann que, en menos de cinco minutos en pista, se puso en 10 tantos.
Fue insuficiente en comparación con las pérdidas de balón de los de Tyronn Lue; fueron demasiadas, hasta 5 en tan solo el primer periodo, permitiendo que los Grizzlies volvieran a meterse en el partido e incluso lo igualaran a 29 puntos al cierre del primer cuarto.
El ritmo del duelo se frenó. Taylor Jenkins se propuso que en juego sucedieran pocas cosas y así mandaron a los Clippers hasta en 12 ocasiones a la línea de libres, especialmente a James Harden con 6 canastas de 7 intentos.
Las pérdidas de balón eran un drama para los californianos con otros 7 balones regalados. Los brazos de Zaire Williams, entre otros, sacaban jugo a su defensa y lo castigaban en el aro contrario.
Fue un ejemplo de coralidad en anotación para los Grizzlies. Ocho jugadores de los diez que pisaron el parqué en el segundo periodo anotaron y al descanso todos habían aportado al menos dos puntos.
Lo remataron en los últimos tres minutos previos al descanso: los locales se dispararon en distancia y confianza. Al frente dos ‘Jacksons’, Jaren y GG, que fueron un dolor de cabeza para los Clippers. con dos triples más un pase mágico de Aldama para habilitar a Williams, cerraron la primera mitad con seis de renta en el 59-53.
Kawhi reanima a los Clippers
Una buena solución para Lue es encomendarse al ‘superpoder’ de Leonard y su empeño competitivo. El californiano sabe aparecer cuando es preciso y contagiar a sus compañeros, y quien bailó mejor a su ritmo fue Russell Westbrook desde el banquillo. Entre ambos anotaron 17 de los 26 puntos visitantes en ese tercer cuarto.
Leonard defendió con intensidad y se cebó con el aro rival colgándose en varias ocasiones en la segunda parte. Los Grizzlies apenas pudieron aportar 16 puntos en ese periodo y vieron cómo el encuentro ‘comenzaba de nuevo’ con el triple sobre la bocina de Leonard que puso el 75-79 a falta de un cuarto.
Los Clippers recuperaron así el mando del partido pero no lograban poner suficiente tierra de por medio. Se movieron en un terreno cómodo para Memphis, que no tenía respuestas, pero tampoco nada que perder y mucho que ganar.
El encuentro entró en una dinámica de cambio constante de liderato en el luminoso, distancias cortas y poca contundencia. Cada canasta era un tesoro, pero para los angelinos el botín era mucho más preciado para mantener sus aspiraciones en la zona noble del Oeste.
Puede parecer una utopía a estas alturas de temporada, pero a los Clippers les tocó ponerse serios en su aro y defender, algo que con la motivación suficiente son capaces de hacerlo muy bien. Le cambiaron la cara al partido para volver a dominar el marcador, recuperando balones, rebotes y corriendo para castigar el adormecido balance defensivo local.
Un triple ‘in extremis’ de Harden puso el 95-99 a 45 segundos para el bocinazo final, y una buena defensa posterior pareció definitiva.
Fue justo antes de permanecer incrédulos ante la cantidad de tiempo que Memphis tardó en hacer una falta personal. Para cuando se animaron a ejecutarla los de Jenkins ya era demasiado tarde y el que sentenció desde la línea fue, quién si no, Leonard.
Por: EFE