En el balance de seguridad entregado este 18 de enero sobre los homicidios en Antioquia en el 2021, se evidenció que el año anterior se registraron 2.083 homicidios, o sea 54 más que en el 2020.
El balance fue entregado por la Gobernación de Antioquia, la Fuerza Pública y las autoridades correspondientes, quienes afirman que el aumento de homicidios con respecto al 2020 puede deberse a que el año pasado no hubo cuarentena por el COVID-19.
¿Dónde aumentaron los homicidios?
De acuerdo con el reporte, seis subregiones antioqueñas registraron un alza con respecto al 2020. Se trata del Norte, Nordeste, Oriente, Magdalena Medio, Urabá y Occidente.
La que más aumentaron los casos fue en el Norte, con un 45 %. También se presentó un incremento importante en Urabá con un 29,4 % más homicidios que en 2020.
Cabe mencionar que el 54,4 % de los homicidios se produjeron en zona rural, entre el 1 de enero y el 31 de diciembre de 2021, el homicidio rural aumentó en un 7,1% con respecto al año anterior, mientras que el homicidio urbano disminuyó en un 2,2%.
Bajo Cauca, Valle de Aburrá y Suroeste registraron menos casos de homicidio que en 2020.
¿Qué tipo de arma se usó más en estos homicidios?
En el departamento el 74% de los homicidios se producen con armas de fuego. Sin embargo, se presentaron 28 casos menos que en el 2020 con este tipo de arma y aumentaron los producidos con arma blanca – cortopunzante y con objetos contundentes.
¿A qué actores o situaciones se asocian estos homicidios, según las autoridades?
El comportamiento del homicidio en las subregiones podría asociarse a variables como:
- En el Bajo Cauca el Clan del Golfo busca controlar el territorio ante el debilitamiento de los Caparros, además hay presencia de todos los eslabones de la cadena del narcotráfico y de minería ilegal.
- En el Nordeste existe una disputa entre organizaciones asociadas a las rentas de minería y tráfico local de estupefacientes. Adicionalmente, un componente criminal focalizado hace presencia urbana en municipios como Yalí, Vegachí, Amalfi y Yolombó, lo cual se asocia a homicidios recientes ligados a control de rentas por tráfico de estupefacientes y también existe un interés por el control de territorios estratégicos (Segovia, Remedios. Anorí).
- En el Suroeste hay una disputa entre organizaciones por el mercado local de estupefacientes, el cual se potencia con la actividad cafetera. También hay una dinámica extorsiva destacada.
- En Urabá el Clan del Golfo controla el territorio y se disputa las rentas del tráfico local de estupefacientes con grupos delincuenciales comunes locales. Además, se registran casos relacionados con intolerancia y problemas de convivencia.
- En el Oriente hay disputas entre organizaciones ilegales locales y personas relacionadas con grupos delincuenciales organizados y grupos de delincuencia común organizados.
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