Redacción deportes, 1 oct (EFE).- Le faltó ambición al Juventus en su visita al Atalanta, aún sin la convicción ni la confianza del juego, por más que sus victorias o su posición en la tabla, aún en la cuarta plaza, lo hayan disimulado en este inicio de la Serie A, en el que sigue la estela del Inter, del Milan y ahora del Nápoles, que lo sobrepasó con su triunfo del sábado y con el gris empate 'bianconero' en Bérgamo, cuyo valor lo determinarán nuevos desafíos.
Su defensa rindió muy por encima de su ataque. Quizá fue el plan de Massimiliano Allegri, cuyo partido siempre tendió más a protegerse que a desplegarse, con la única iluminación de Chiesa por momentos para salir más allá de su campo; en cualquier caso, insuficiente para poner en aprietos reales al Atalanta, dominador, pero también sin demasiados brillos.
Ganadores anticipados en esta jornada el Inter, el Milan y el Nápoles, la presión estaba en el estadio Gewiss de Bérgamo. Cuarto contra quinto, entonces, exigidos de un triunfo para no perder el ritmo de las alturas de la clasificación. Lo sintieron los dos, prudentes, expectantes, preparados para protegerse de cualquier riesgo de un contragolpe de su rival.
El inicio le perteneció al Atalanta. Alejado de su vértigo usual, el equipo local controló la posesión, la dirigió hasta las cercanías del área, pero sin pegada. Le faltó profundidad, el último pase, el último remate, al equipo armado por Gian Piero Gasperini. Su dominio sólo se reflejó en una ocasión, en el doble remate fallido de Zappacosta, que perdonó el 1-0.
Fue un partido de momentos, por fases, porque también reaccionó el Juventus, hasta entonces replegado en su territorio, sin capacidad de salida ni amenaza sobre el marco contrario, mejor según avanzó el primer tiempo, cuando se deshizo de la opresión de su contrincante y se aventuró más allá de su medio campo. Tampoco nada del otro mundo, pero suficiente para anunciar que también jugaba. Que también necesitaba la victoria.
Lanzado por Chiesa, su mejor hombre entonces sobre el terreno, conectó con dos oportunidades. La primera, de él mismo, fue la primera aparición ofensiva de su equipo, ya por la media hora de duelo. La segunda fue de Moise Kean. Dos ráfagas esporádicas, concentradas en cinco minutos, que reafirmaron el equilibrio también sobre el césped.
El comienzo del segundo tiempo también fue del Atalanta, al que le faltó la velocidad en la transición. No era sencillo. El Juventus no se lo permitió, cuidadoso en su defensa, consciente de las cualidades que agrandan la dimensión del conjunto local y encomendado ya luego a cualquier contragolpe. A cualquier detalle que lo alentara a responder en ataque.
Mientras Danilo rozó la expulsión, por una entrada sancionado con tarjeta amarilla antes de la hora del choque, la 'Vecchia Signora' se defendió bien, con muchos hombres por detrás del balón, con una acumulación intensiva adentro y en torno a su área cuando el Atalanta se perfilaba para algo más que una secuencia de pases sin el destino que pretendía.
El equipo local apostó por Luis Muriel ya superado la hora de encuentro. Necesitaba más. Un cambio de paso adelante. Se lo dio el atacante colombiano, que rebuscó el desborde que le había faltado a su equipo en todo el tramo anterior y que puso a prueba a Szczesny por primera vez en mucho tiempo, con una falta directa con la derecha que estrelló en el larguero. La rozó lo justo el guardameta antes para esquivar el gol en contra.
Se llevó las manos a la cabeza el delantero, consciente del mínimo margen que le separó el tanto en el que insistió el Atalanta y al que se negó el Juventus, reducido a su terreno para sostener un empate que lo sostiene en posiciones de Liga de Campeones, en las alturas de la tabla, pero también lo aleja del foco real, del liderato, cuatro puntos detrás del Inter. Aún pudo perder, pero Koopmeiners envió fuera su remate. Ya no estaba sobre el campo Bremer, fuera por una percance muscular en los isquiotibiales en el tramo final.
– Ficha técnica:
0 – Atalanta: Musso; Toloi, Djmisiti, Scalvini (Kolasnac, m. 65); Zappacosta (Holm, m. 82), De Roon, Ederson, Ruggeri (Bakker, m. 86); Koopmeiners, Lookman (Muriel, m. 65); De Ketelaere (Pasalic, m. 82).
0 – Juventus: Szczesny; Gatti, Bremer (Rugani, m. 84), Danilo; McKennie (Weah, M. 84), Fagioli (Miretti, m. 68), Locatelli, Rabiot, Cambiaso (Kostic, m. 68); Chiesa, Kean.
Árbitro: Daniele Chiffi. Amonestó con tarjeta amarilla a los visitantes Rabiot (m. 45) y Danilo (m. 53).
Incidencias: partido correspondiente a la séptima jornada de la Serie A italiana, disputado en el estadio Gewiss de Bergamo ante unos 21.000 espectadores.
Por: EFE